De nuevo, de tus ojos vidriosos aparecen lágrimas por derramar. Lágrimas que quieren brotar sin un por qué. Qué difícil es la vida cuando crees tenerlo todo y en realidad te falta ese «algo». Hundida bajo un manto de soledad, te sumerges. Como si de un velo transparente se tratase.

Quisieras desaparecer, aunque invisible ya pareces ser. Quieres gritar, pero no tienes fuerzas. El llanto te impide ver la realidad. Te encuentras sola en un mundo que no es el tuyo. Sumergida bajo las aguas te sumerges, para evitar que te vean llorar.

Deseas huir de la realidad.

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