Sí, soy su esposa. ¿Acaso no ve qué en mi dedo anular reina el anillo el cual me convirtió en su esposa para el resto de la vida, tanto en lo bueno como  en lo malo?. Me gustaría que de mi casa saliera y no entrara más en nuestras vidas. Ya ha hecho demasiado.

Casi hace que mi marido se viera envuelto entre las faldas de otras mujeres…llevada inconscientemente por tu vida de trotamundos. Carolina, ¿y quién dice que no lo ha hecho?.  Carolina, voy a irme. Pero tu marido no es como tú crees. Tiene alas para volar.

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