La tentación de los Dioses ha sido procrear con los humanos, teniendo como resultado hijos híbridos, la cual conocemos como semidioses. Dejando los hijos híbridos en la tierra para que críen como simples humanos sin darle mucha importancia. No pensaron que esto iba a ocasionar estragos, su tentación se le ha escapado de las manos, haciendo que ahora existan números híbridos que aun no controlan su poder y que puedan revelar su secreto.
Por esa razón se han reclutado a la academia para aprender a controlar sus poderes y luchar juntos a los Daimones en la guerra que nunca acaba contra Hades. Poseen grandes privilegios, fuerza inimaginable, grandes poderes dependiendo del padre o madre por ejemplo: Los hijos de Zeus, son los que más privilegios tienen a comparación a los otros semidioses contando también la gran fuerza y poder de estos. Su especialidad son los rayos, el tiempo atmosférico como también una súper fuerza sobre humana. Como el hijo de Poseidón controla el agua, mares. Etc.
En si, son grandes guerreros, que con el entrenamiento pueden llegar hacer invencibles. Poseen un poco de rasgos o personalidades de sus padres aunque no se parecen por completo, Un ejemplo sencillo es: El hijo de Zeus tienes carácter de líder o el de Hades la maldad corre por su genética. Como son Semidioses adquirieron una belleza en especial, haciendo que sobresalten un poco entre los demás humanos.
Ningún semidiós ha visto a sus padres, el por qué es simple: Tienen que volver al Olimpo. Solo pueden protegerlos desde allá, o darles herramientas para que sobrevivan y como ley del propio Zeus no pueden tener contacto alguno. Mucho tiempo en la misma tierra hace que pierdan sus grandes poderes y eso no le favorece a ninguno, y menos al Rey del Olimpo. Así que han de aceptar lo que son ‘Semidioses’ vivir como ellos ocultando su secreto, luchar para sus padres y tomar órdenes sin rechistar.
Alexis era un desconocido Semidios del cual se desconocía el paradero de su descendencia. A diferencia de los demás hijos de semidioses, poseía la ventaja de poder permanecer en la Tierra y no perder sus poderes. Muchos de los hijos de los semidioses le tenían envidia, ya que debían permanecer por completo entrenando y permaneciendo en otro lugares que no fueran la Tierra.
Alexis era de carácter abierto, aunque fiel a su secreto y extraordinaria fuerza, no podía evitar que su belleza fuera la atención de muchas jóvenes. De complexión musculosa y ojos verdosos, cuyos cabellos color azabache se deslizaban hacía el lado por la presión del viento, hacían de él un chico misterioso y cautivador.
Con el tiempo había aprendido a dominar el arte de crear y manipular rayos, así como el de volar y también el del control de fuentes de energía. A parte de otros, éstos eran los más importantes, incluyendo su valiosa fuerza.
Después de entrenar, bajó a la Tierra cuando repentinamente, empezó a sentir un dolor agudo en los hombros. Al quitarse la camiseta una mueca dolor se apreció en su rostro. Se miró al espejo y sus ojos se abrieron como platos al percibir que en sus hombros habían aparecido dos estrellas azules, como si de un tatuaje se tratara. intentó cerrar los ojos y se dijo a sí mismo que no era posible, pero al abrirlos, allí estaban.
Cuidadosamente y con algo de temor, se tocó con la yemas de los dedos trazando el dibujo que tenía y sin poder reaccionar notó que su cuerpo empezaba a transformarse. Se sentía mas fuerte, su pelo azabache, empezó a brillar con mucha intensidad y en su mente aparecieron imágenes de las que él desconocía. Se sentó en el borde de la cama, medio mareado e intentó visualizar lo que su mente le proporcionaba…un sudor frío recorrió su cuerpo, cerró los ojos y pudo ver una isla sumergida bajo el agua y dos bandos de guerreros; unos intentando luchar para salvarla y otros con el intento de destruirla…
Cuando abrió los ojos se encontró cara a cara con dos semidioses como él.
-¿Quienes sois?, – les preguntó
-Tus hermanos – indicó uno de ellos. Puede que te sea algo difícil de comprender.
-Dame alguna prueba de que me dices la verdad – les dijo Alexis
El otro que todavía no había hablado, le puso las manos sobre los hombros y una sensación volvió a producirse en Alexis. Mirándole a los ojos le dijo: Eres Hijo de un Semidios muy poderoso.
Nuestros padres te quisieron salvar hace dieciocho años de la guerra que se estaba produciendo y aún así nuestra isla no esta a salvo, porque sólo uno de nosotros, uno de nuestra especie posee las marcas de las estrellas. El que posea las marcas de las estrellas es el único de los Semidioses que puede salvar nuestra tierra; la nuestra. El destino te escogió, Alexis.