Se aproximaba el gran festival de Harry Potter, tan deseado y esperado para aquellos fanáticos que deseaban acceder al castillo donde habían rodado los protagonistas la película. El día se acercaba y con ello, la ilusión de entrar en el castillo, donde se había llevado el rodaje y en el que podrían ver con sus propios ojos los accesorios de comercialización, más conocido como el merchandising y poder comprarlos para tenerlos en su colección privada. Podrían pisar el mismo suelo que sus actores preferidos, pedirles autógrafos y cómo no, disfrutar de un día mágico para todos los aficionados de la gran Saga.

Marta y su colega Jaime habían viajado hasta Barcelona, Al llegar no pararon a ningún lado. Se dirigieron directamente hacía el la dirección donde les indicaba donde residía el evento. Sabían que sería un día largo y duro. Tendrían que acampar con apenas un saco de dormir en el césped de al lado, para ser al día siguiente uno de los primeros, en poder acceder a la gran cola que esperaban encontrar. Y no se equivocaban.

Muchos aficionados habían acampado abarcando prácticamente todo el césped. La gente había venido de muchos lugares distintos. Todos con el mismo fin. Marta apenas podía conciliar el sueño, los nervios le traicionaban. Aunque no era la única. A Jaime y el resto de los viajantes les sucedía lo mismo.
A la mañana siguiente, las puertas del castillo se abrieron. Todo estaba dispuesto y preparado. Un guía les esperaba adentro, Marta y Jaime tuvieron la suerte de estar entre los primeros.

Parecía que la suerte estaba de su lado. Al entrar quedaron boquiabiertos, sus ojos se adaptaron a un mundo de fantasía, donde los efectos que surgían del castillo, creaban un universo distinto a la realidad. Magos y actores de la serie les esperaban y firmaban autógrafos. Marta guiada por la curiosidad, entro en una habitación cuyas letras rezaban «privado», La tentación pudo más. Al entrar se vio envuelta por una multitud de accesorios. Entre ellos una varita brillante, distinta a las demás. Al cerrar los ojos y desear un deseo; Marta desapareció.

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