Lágrimas de sangre. Cuenta la leyenda que por las noches de luna llena, pasea de vez cuando una dama de cabellos oscuros y tez blanca. Es hermosa pero peligrosa. En esa parte de la ciudad de Japón, todos los ciudadanos son muy prudentes en pasar por el puente que lleva al otro extremo. Se narran muchas historias, una entre ellas, la que ha hecho ser a la gente muy supersticiosa es que la prudencia es una de los valores que más ponen en práctica.
Algunos turistas, visitan esa parte de Japón por su historia, que aunque terrorífica, puede llegar a ser cierta. Los japoneses no lo ponen en duda. Todo sucedió algunas generaciones anteriores, en la que dos amados se profesaron amor eterno en ese mismo puente. Los astros esa noche parecían estar en contra de esa amor, sin saber el motivo. Cuando, según se tienen entendido, una ráfaga de viento se interpuso entre la pareja, separándolos.
Ella vio con sus propios ojos como su amado perdía el control de su equilibrio, sin poder hacer nada para poder salvarlo. Su amado perdió la vida cayendo hacía atrás, El grito ahogado quedó impregnado en los oídos de quien escucharon el grito ahogado y los lamentos que continuaron a continuación. El cuerpo inerte sin vida del muchacho flotaba sin vida por las aguas torrenciales.
Ella no puedo soportar tanto dolor y en un intento por seguir juntos, aunque fuera en la otra vida, se arrojó del puente.
Su amado llego a la luz que lo llevaría a la otra vida, pero ella, no tuvo la misma suerte. Al suicidarse, ahora vaga por el puente, sin poder estar al lado de su amado y sin conseguir llegar a esa luz que jamás tendrá acceso. Dama blanca, cuyas lágrimas de sangre brotan por su rostro, llorando la pérdida de su amado y el no completar la unión entre ambos. Ahora deambula como alma errante por el único lugar en el que se profanaron su amor. ¡Cuántas lágrimas de sangre habrá derramado!
Neus Sintes 