Vicky recordaba cada año, la noche en que fue invitada a la fiesta que celebraba un vecino de las afueras. Habían transcurrido muchos años, demasiados, aunque su juventud seguía intacta como el mismo día en que conoció a Louis. Al entrar en la mansión, varios eran os invitados quienes habían aceptado ir. Ella era una entre ellos. El salón era inmenso, a un lado una mesa alargada con tentempiés y alguna que otra bebida. El ambiente era agradable, con música que hacían vivir del momento. La pista de baile era redonda y bastante amplia.
Durante toda la fiesta, Louis no le había quitado la vista de encima. Aunque ella tampoco. De un atractivo porte y sofisticación. Su acento. francés le hacía ser más seductor que Vicky lo que más deseaba era bailar con el. No hicieron palabras para pedirlo.
Louis con un movimiento de sus dedos le indicó que se acercará a la pista.
Louis la agarró de la cintura y empezaron a bailar sin cesar. Ella con su lacios cabellos , se movían al compás la música, sin saber con quien estaba bailando le cambiaría la vida para siempre.
Cuando se miraron a los ojos, Louis y Vicky se acercaron un poco más. Sus ansias de besarlo saltaban a la vista, por otro lado Louis quería también que fuera suya. Lentamente sus labios se acercaron hasta que Louis le mordió en el cuello. El primer mordisco que la transformaría en su vampira, su acompañante para toda la eternidad.
Neus Sintes 