Se cuenta la leyenda que en el bosque de Irlanda habita un bosque, que todos temen atreverse a entrar. No se sabe cierto o no si la leyenda es real o pura ficción. Son muchas las leyendas y muchos otros que las cuentan sin creer en ellas, por fantasear en el peligro que no saben al que en realidad están expuestos.
Irlanda es conocida como La Tierra de los bosques. En ella habitaban años atrás muchos de ellos. Hasta que sucedió la catástrofe que llevó a que desaparecieran todos los bosques. Tuvieron que pasar muchos años para que, a lo lejos, más alejados de las granjas, un único bosque empezó a crecer de nuevo. Todos le temían por su oscuridad que de él emanaba. Se encontraba alejado del resto de bosques que antaño había habido.
Tenía un aspecto que impresionaba a la vez que daba respeto posar un pie en él. Los ciudadanos nunca se atrevieron en entrar en él. Pero las nuevas generaciones no habían vivido las penurias y el ver como toda la vegetación se venía abajo. Solo recuerdan al único bosque que se mantiene en el lugar. Para ellos solo existe ese bosque, sin saber que puede ser más temible de lo que puedan creer. Algunos creen haber oído aullidos en la lejanía provenientes del lugar, coincidiendo siempre que había luna llena. Los más supersticiosos empezaron a divagar y temer una nueva catástrofe aún mayor en el caso de si alguien, aunque lo dudaran, se atrevería a entrar.
Una noche Emily mientras dormía empezó a oír como le llamaban por su nombre. Al despertar se frotó las cara y pudo ver como la transformación en su cuerpo empezaba a surgir. Miró al bosque con ojos salvajes y sin decir nada a nadie, desapareció bajo los efectos licántropos que le susurraban que había llegado la hora. La hora de que se fuera con ellos. Camino por la noche oscura y silenciosa, sin ser vista por nadie. Sus agilidades empezaban a recobrar vida en sus nuevas extremidades. Mas ligeras y fuertes. Entró en el bosque oscuro, siendo uno más de los licántropos que se habían guarecido en él.
Neus Sintes 