No tenga alma, by Neus Sintes

Saray había jugado desde su adolescencia con fuego. Atraída por sectas que la llevaron por el mal camino. Jugando con juego y experimentando creencias satánicas que la llevarían por el mal camino. Desde la muerte de sus padres, dejó de creer y tener fe en que un Dios albergara en ella la felicidad. Todo lo que tenía se lo arrebataron en un solo día. Se quedó huérfana cuando era una niña y tuvo que pasar en diferentes casas de acogida, por su mal carácter y su siniestra forma de ser.

Cuando llegó al a adolescencia se juntó con unos amigos, que compartían sus diferentes desgracias en la trayectoria de sus vidas. A partir de allí fue cuando las puertas del mal se abrieron ante ellos con la posibilidad de encontrar allí un poco de autoayuda o sosiego. Habían viajado por las creencias religiosas que se les habían inculcado recibiendo a cambio desdichas e infelicidad en sus vidas. Por ello no dudaron en entrar Saray y los demás en la secta de creencias opuestas a las que les habían enseñado.

Emprendieron un viaje de religiones muy distintas y creencias que nunca pensaron que existieran. Empezaron a ser distantes con la gente que les envolvía. Vestían de negro y adoraban a un otro Dios que no era el suyo.
Hasta que un día, despertó por la mañana y cuando fue a verse en el espejo su reflejo había desaparecido.
Se había convertido al igual que sus amigas en un ser sin alma.

Solo los seres sin alma, no se reflejan en los espejos. Ahora ya era tarde. Su alma se había perdido y no podría recuperarla.

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